viernes, 27 de mayo de 2011

Hepatitis A

La hepatitis tipo A es una enfermedad que se caracteriza por la inflamación aguda del hígado causada por el virus de la hepatitis A. Su período de incubación (tiempo entre la llegada del virus al cuerpo y el desarrollo de la enfermedad) va desde 15 a 49 días y durante la primera semana de la enfermedad. Este virus se transmite a través de la ingestión de comida contaminada con el virus, frecuentemente mariscos crudos o verduras crudas regadas con aguas servidas.




Causas 


El virus de la hepatitis A se encuentra sobre todo en las heces y la sangre de una persona infectada aproximadamente de 15 a 45 días antes de que se presenten los síntomas y durante la primera semana de la enfermedad.

Usted puede contraer la hepatitis A si:
  • Come o bebe alimentos o agua que han sido contaminados por heces (materia fecal) que contienen el virus (frutas, verduras, mariscos, hielo y agua son fuentes comunes del virus de la hepatitis A)
  • Entra en contacto con las heces o la sangre de una persona que en el momento tiene la enfermedad
  • Una persona con hepatitis A no se lava las manos apropiadamente después de ir al baño y toca otros objetos o alimentos
  • Participa en prácticas sexuales que implican contacto oral y anal
Cada año, se reportan aproximadamente 3,600 casos de hepatitis A. Debido a que no todas las personas tienen síntomas con la infección por hepatitis A, muchas más personas están infectadas de las que se reportan o diagnostican.
Los factores de riesgo son, entre otros:
  • Viajes internacionales, especialmente a Asia, Sur o Centroamérica
  • Consumo de drogas intravenosas
  • Vivir en internados o centros de rehabilitación
  • Trabajar en las industrias de atención médica, alimentos o manejo de aguas residuales
Otras infecciones comunes por el virus de la hepatitis son la hepatitis B y la hepatitis C, pero la hepatitis A es la menos grave y la más leve de estas enfermedades. Las otras infecciones de hepatitis pueden convertirse en enfermedades crónicas, pero no la hepatitis A.


Síntomas 

Los síntomas por lo general aparecen de 2 a 6 semanas después de estar expuesto al virus de la hepatitis A. Generalmente son leves, pero pueden durar hasta varios meses, especialmente en adultos.
Los síntomas abarcan:

  • Orina oscura
  • Fatiga
  • Picazón
  • Inapetencia
  • Fiebre baja
  • Náusea y vómitos
  • Heces de color arcilla o pálidas
  • Piel amarilla (ictericia)

Pruebas y exámenes 

El médico llevará a cabo un examen físico y puede descubrir que usted tiene un agrandamiento y sensibilidad en el hígado.
Los exámenes de sangre pueden mostrar:

  • Anticuerpos IgM e IgG elevados para la hepatitis A (los IgM generalmente resultan positivos antes de los IgG)
  • Enzimas hepáticas elevadas (pruebas de la función hepática), especialmente los niveles de las enzimas transaminasas
Tratamiento

No existe ningún tratamiento específico para la hepatitis A, pero se recomienda el reposo cuando los síntomas son más intensos. Las personas con hepatitis aguda deben evitar el consumo de alcohol y cualquier sustancia que sea tóxica para el hígado, incluyendo el paracetamol (Tylenol).
Las comidas grasosas pueden causar vómito, debido a que las sustancias del hígado se necesitan para digerir las grasas, y lo mejor es evitarlas durante la fase aguda.




Pronóstico 

El virus no permanece en el cuerpo después de que la infección desaparece.

Más del 85% de las personas con hepatitis A se recuperan en un período de tres meses y casi todos los pacientes se recuperan dentro de un período de 6 meses.
Hay un bajo riesgo de muerte, generalmente entre los ancianos y personas con enfermedad hepática crónica.

Prevención


Los siguientes consejos pueden ayudar a reducir el riesgo de propagar o contraer el virus:

  • Siempre lávese muy bien las manos después de usar el baño y cuando entre en contacto con la sangre, las heces u otro líquido corporal de una persona infectada
  • Evite los alimentos y el agua que no estén limpios
    El virus se puede propagar más rápidamente a través de guarderías y otros lugares en donde las personas están en estrecho contacto. Un lavado minucioso de las manos antes y después de cada cambio de pañal, antes de servir los alimentos y después de usar el sanitario puede ayudar a prevenir tales brotes.
    Si usted se ha expuesto recientemente a la hepatitis A y no ha padecido esta enfermedad antes o no ha recibido la serie de vacunas contra este tipo de hepatitis, pregúntele al médico o a la enfermera acerca de recibir inmunoglobulina o la vacuna contra la hepatitis A. Las razones comunes por las cuales usted posiblemente necesite recibir una o las dos abarcan:

  • Usted vive con alguien que tiene hepatitis A
  • Usted tuvo contacto sexual recientemente con alguien que tiene hepatitis A
  • Usted recientemente compartió drogas alucinógenas, ya sea inyectadas o no, con alguien que tiene hepatitis A
  • Usted ha tenido contacto personal cercano durante un período de tiempo con alguien que tiene hepatitis A
  • Usted ha comido en un restaurante donde se detectó que los alimentos o las personas que los manipulan estaban infectados o contaminados con hepatitis A
Existen vacunas disponibles para protegerse contra la infección de la hepatitis A. La vacuna comienza a proteger 4 semanas después de recibir la dosis inicial y se requiere un refuerzo de 6 a 12 meses para lograr una protección duradera. Ver: vacuna contra la hepatitis A Los viajeros deben tener las siguientes precauciones:
  • Evitar los productos lácteos.
  • Evitar la carne de res o de pescado cruda o mal cocida.
  • Tener cuidado con las frutas en rebanadas que se puedan haber lavado en agua contaminada. Los viajeros deben pelar todas las frutas y verduras frescas ellos mismos.
  • No comprar alimentos de vendedores callejeros.
  • Hacerse vacunar contra la hepatitis A (y posiblemente hepatitis B) si viaja a países donde se presentan brotes de la enfermedad.
  • Utilizar sólo agua carbonatada en botella para cepillarse los dientes y beber. (Recuerde que los cubos de hielo pueden transportar la infección.)
  • Si no hay disponibilidad de agua, hervirla es el método mejor para eliminar la hepatitis A. Dejarla hervir completamente durante por lo menos 1 minuto generalmente la convierte en segura para beberla.
  • Los alimentos calentados deben estar calientes al tacto y se deben comer en seguida.
Nombres alternativos 

Hepatitis viral; Hepatitis infecciosa.


Vacuna contra hepatitis A


Esta vacuna lo protege a uno contra un tipo de infección del hígado llamada hepatitis A, pero no contra otros tipos de hepatitis.

La vacuna para la hepatitis A se denomina Havrix o VAQTA y corresponde a un virus muerto o inactivado. Esto significa que está hecha de fragmentos más pequeños del virus entero de la hepatitis A. Después de que usted recibe la vacuna, su cuerpo aprende a atacar a la hepatitis A si está expuesto a esta enfermedad.
Esto quiere decir que es muy improbable que usted se enferme de hepatitis A. Sin embargo, debido a que ninguna vacuna es 100% efectiva, igualmente es posible contraer la hepatitis A después de haber sido vacunado completamente.





Hepatitis B 



¿Qué es la Hepatitis B?


La hepatitis B, llamada VHB (virus de hepatitis B), es un virus que infecta al hígado (el hígado ayuda a digerir la comida y mantiene la sangre saludable). Actualmente es la única ETS que se puede prevenir con una vacuna.
                            
¿Quién puede contraer la Hepatitis B?
Cualquier persona puede contraer hepatitis B. Las personas que tienen relaciones sexuales sin protección o usan drogas inyectables tienen más probabilidades de contraer hepatitis B.

¿Cómo se transmite la Hepatitis B?
La hepatitis B puede vivir en todos los líquidos del cuerpo, pero se transmite principalmente a través de la sangre, el semen y los líquidos vaginales. El virus también puede vivir en líquidos del cuerpo como la saliva, las lágrimas y la leche materna. Es posible infectarse de las siguientes maneras:
·         Teniendo relaciones sexuales (por vía vaginal, anal u oral) con una persona infectada
·         Compartiendo artículos personales como hojas de afeitar, cepillos de dientes y cortaúñas con una persona infectada
·         Compartiendo agujas para inyectarse drogas con una persona infectada
·         Usando agujas o equipo no estéril para hacerse tatuajes, perforarse los oídos para ponerse aretes, o aplicar acupuntura
·         Una madre infectada con hepatitis B también puede pasarle el virus a su bebé durante el parto.


Causas de la Hepatitis B


La infección por hepatitis B se puede propagar a través del contacto con sangre, semen, flujos vaginales y otros fluidos corporales de alguien que ya tiene esta infección.

La infección se puede propagar a través de:
  • Transfusiones de sangre (infrecuente en Estados Unidos)
  • Contacto directo con sangre en escenarios de atención médica
  • Contacto sexual con una persona infectada
  • Tatuajes o acupuntura con agujas o instrumentos que no estén limpios
  • Agujas compartidas al consumir drogas
  • Compartir elementos personales (como cepillo de dientes, máquinas de afeitar y cortauñas) con una persona infectada
El virus de la hepatitis B se le puede transmitir a un bebé durante el parto si la madre está infectada. Los factores de riesgo que predisponen a la infección por hepatitis B abarcan:
  • Nacer o tener padres que nacieron en regiones con altas tasas de infección (incluyendo Asia, África y el Caribe)
  • Estar infectado con VIH
  • Estar en hemodiálisis
  • Tener múltiples compañeros sexuales
  • Hombres homosexuales
    La mayor parte del daño del virus de la hepatitis B ocurre debido a la forma como el cuerpo responde a la infección. Cuando el sistema inmunitario del cuerpo detecta la infección, envía células especiales para combatirla. Sin embargo, estas células que combaten la enfermedad pueden llevar a la inflamación del hígado.
¿Cuáles son los síntomas de la Hepatitis B?

Muchas personas no tienen síntomas. Algunas personas pueden tener hepatitis B sin tener ningún síntoma y luego volverse inmunes (lo cual significa que están protegidas contra infecciones futuras por hepatitis B). Si una persona tiene síntomas, éstos pueden tardar entre 6 semanas y 6 meses en aparecer después de la infección con hepatitis B. Muchas personas con hepatitis B tienen síntomas parecidos a los de la gripe. Los síntomas pueden incluir:
·         Cansancio, falta de energía
·         Pérdida del apetito y de peso
·         Fiebre
·         Tono amarillento de la piel o los ojos (ictericia)
·         Dolor muscular o de articulaciones
·         Dolor de estómago
·         Náusea, vómitos
·         Diarrea
·         Orina de color oscuro


 ¿Cómo se diagnostica la Hepatitis B?
El proveedor de cuidados de salud puede diagnosticar la hepatitis B mediante un análisis de sangre.

¿Hay cura para la Hepatitis B?
No, no hay cura para la hepatitis B. Pero la mayoría de las personas se recupera y no tiene ningún síntoma después de 6 meses. El tratamiento consiste en conseguir suficiente descanso, comer una dieta saludable y evitar el alcohol. El proveedor de cuidados de salud verifica que el hígado esté funcionando normalmente mediante análisis de sangre.
 Algunas personas llevan el virus sin tener síntomas y pueden transmitírselo a otros. La hepatitis B también puede causar síntomas de larga duración, así como enfermedad permanente del hígado, incluyendo cáncer del hígado.

¿Cómo puedo prevenir transmitir la Hepatitis B a otros?
Si estás infectada, no tengas relaciones sexuales ni contacto íntimo con nadie (por ejemplo, besarse) hasta que tu proveedor de cuidados de salud lo apruebe. No compartas artículos personales, como hojas de afeitar y cepillos de dientes. Es posible tener hepatitis B sin siquiera saberlo y transmitirlo a otros. Asegúrate de decirle a tus compañeros(as) de relaciones sexuales, actuales y anteriores, que tienes hepatitis B, ya que es posible que los hayas infectado. Aliéntalos a vayan a su doctor lo antes posible, que se hagan la prueba, y que consulten la posibilidad de recibir globulina gamma y vacunarse para protegerse de la hepatitis B. Una vez que tu proveedor de cuidados de salud diga que puedes volver a tener relaciones sexuales, asegúrate de usar condones de látex (o de poliuretano para personas alérgicas al látex) al tener relaciones sexuales por vía oral, anal o vaginal.


¿Cómo yo puedo evitar contraer la Hepatitis B?
Tu mejor protección contra la hepatitis B es una vacuna. Se da en 3 inyecciones separadas. Tienes que recibir las tres dosis para que la vacuna te dé la máxima protección. Puedes bajar tu riesgo de contraer hepatitis B no teniendo relaciones sexuales o, si las tienes, usando un condón de látex. Si te enteras que tu compañero(a) tiene hepatitis B, pregúntale a tu proveedor de cuidados de salud si necesitas globulina gamma y/o la vacuna.

También puedes reducir tu riesgo de contraer hepatitis B evitando lo siguiente:
·         Compartir agujas o jeringas
·         Compartir instrumentos usados para perforarse los oídos para ponerse aretes, hacerse tatuajes y remover pelo
·         Compartir cepillos de dientes u hojas de afeitar


Pruebas y Exámenes

Se hacen los siguientes exámenes para identificar y vigilar el daño al hígado a raíz de la hepatitis B:

  • Nivel de albúmina
  • Pruebas de la función hepática
  • Tiempo de protrombina
Los siguientes exámenes se hacen para ayudar a diagnosticar y vigilar a personas con hepatitis B:
  • Anticuerpo contra el antígeno de superficie de la hepatitis B (Anti-AgHBs): un resultado positivo significa que usted tiene o tuvo hepatitis B en el pasado o ha recibido una vacuna contra la hepatitis B.
  • Anticuerpo contra el antígeno central del virus de la hepatitis B (Anti-AgHBc): un resultado positivo significa que usted tuvo una infección reciente o una infección en el pasado.
  • Antígeno de superficie de la hepatitis B (AgHBs): un resultado positivo significa que usted tiene una infección activa.
Tratamiento 

La hepatitis aguda no necesita ningún tratamiento diferente al monitoreo cuidadoso de la función hepática y otras funciones corporales con exámenes de sangre. 
En el raro caso en que usted desarrolle insuficiencia hepática, necesitará un trasplante de hígado. El trasplante es la única cura en algunos casos de insuficiencia hepática.
Algunos pacientes con hepatitis crónica se pueden tratar con antivirales o un medicamento llamado peginterferón. Estos medicamentos pueden disminuir o eliminar la hepatitis B de la sangre y reducir el riesgo de cirrosis y cáncer del hígado. El trasplante de hígado se utiliza para tratar la enfermedad hepática por hepatitis B crónica grave.Los pacientes con hepatitis crónica deben evitar el alcohol y consultar siempre con el médico o la enfermera antes de tomar cualquier medicamento o suplementos herbarios de venta libre. Esto abarca incluso medicamentos como paracetamol, ácido acetilsalicílico (aspirin) o ibuprofeno. 




  














 




Hepatitis C
Es una enfermedad viral que lleva a hinchazón (inflamación) del hígado.

La infección de hepatitis C es causada por el virus de la hepatitis C (VHC) y las personas que pueden estar en riesgo de padecerla son aquellas que:

  • Hayan estado sometidas a diálisis renal durante mucho tiempo
  • Tienen contacto frecuente con sangre en su trabajo (por ejemplo, un trabajador de la salud)
  • Tienen relaciones sexuales sin protección con una persona que padece hepatitis C (esto es mucho menos frecuente, pero el riesgo es mayor para aquellos que tienen múltiples compañeros sexuales, ya tienen una enfermedad de transmisión sexual o están infectados con el VIH)
  • Se inyectan drogas ilícitas o comparten agujas con alguien que tiene hepatitis C
  • Recibieron una transfusión de sangre antes de julio de 1992
  • Les hicieron un tatuaje o acupuntura con instrumentos contaminados (el riesgo es muy bajo cuando se realiza en instalaciones comerciales para tatuajes que cuentan con licencia)
  • Recibieron sangre, hemoderivados u órganos de un donante que tiene hepatitis C
  • Comparten elementos de uso personal, como cepillos de dientes o máquinas de afeitar, con alguien que tiene hepatitis C (menos común)
  • Nacieron de una madre infectada con hepatitis C (esto se presenta en aproximadamente 1 de cada 20 bebés nacidos de madres con el VHC, lo cual es mucho menos común que con la hepatitis B)
    La hepatitis C tiene una forma aguda y otra crónica. La mayoría de las personas que resultan infectadas con el virus contraen la hepatitis C crónica.
    Aproximadamente 1.5% de la población de los Estados Unidos está infectada con el VHC.

Síntomas
La mayoría de las personas que estuvieron recientemente infectadas con hepatitis C no tienen síntomas y aproximadamente el 10% presenta ictericia que mejora.

De las personas que resultan infectadas con el VHC, la mayoría desarrolla infección crónica por este virus y por lo general no hay ningún síntoma.
Si la infección ha estado presente durante muchos años, el hígado puede tener cicatrización permanente, una afección llamada cirrosis. En muchos casos, es posible que no haya síntomas de la enfermedad hasta que se presente la cirrosis.
Los siguientes síntomas se podrían presentar con la infección por hepatitis C:
  • Dolor abdominal (en el cuadrante superior derecho del abdomen)
  • Hinchazón abdominal (debido a líquido llamado ascitis)
  • Sangrado del esófago o el estómago (debido a venas dilatadas en el esófago o el estómago llamadas várices)
  • Orina oscura
  • Fatiga
  • Fiebre
  • Picazón
  • Ictericia
  • Inapetencia
  • Náuseas
  • Heces de color arcilla o pálidas
  • Vómitos

Pruebas y exámenes
Los siguientes exámenes se hacen para ayudar a diagnosticar la hepatitis C:

  • Enzimoinmuno análisis (EIA) para detectar anticuerpos contra hepatitis C
  • Análisis del ARN para hepatitis C con el fin de medir los niveles del virus (carga viral)
  • Genotipo de la hepatitis C. Existen seis genotipos. La mayoría de los estadounidenses tienen la infección por genotipo 1, que es la más difícil de tratar.
    Los siguientes exámenes se hacen para identificar y monitorear el daño al hígado a causa de la hepatitis C:
  • Nivel de albúmina
  • Pruebas de la función hepática
  • Tiempo de protrombina
    Una biopsia del hígado puede mostrar qué tanto daño se le ha hecho a dicho órgano.

Tratamiento
Los objetivos del tratamiento del VHC son eliminar el virus de la sangre y reducir el riesgo de cirrosis y cáncer del hígado que pueden resultar de la infección prolongada con este virus.

Muchos pacientes con hepatitis C se benefician de un tratamiento con medicamentos. Entre los medicamentos más comunes están una combinación de interferón pegilado alfa y ribavirina, un medicamento antiviral.
  • La mayoría de los pacientes reciben inyecciones semanales de interferón pegilado alfa.
  • La ribavirina es una cápsula que se toma dos veces al día. Puede causar defectos congénitos, por lo que las mujeres deben evitar el embarazo durante el tratamiento y por 6 meses después del tratamiento.
  • El tratamiento se administra durante 24 a 48 semanas.
Estos medicamentos tienen muchos efectos secundarios y los pacientes deben ser vigilados muy de cerca. Los síntomas abarcan:
  • Anemia
  • Depresión
  • Fatiga
  • Fiebre
  • Síntomas seudogripales
  • Dolor de cabeza
  • Irritabilidad
  • Inapetencia
  • Conteos bajos de glóbulos blancos y plaquetas
  • Náuseas
  • Adelgazamiento del cabello
  • Vómitos
    Los pacientes que desarrollen cirrosis o cáncer hepático pueden ser candidatos para un trasplante de hígado.
Las personas con hepatitis C deben igualmente:
  • Tener cuidado de no tomar vitaminas, suplementos nutricionales ni medicamentos nuevos de venta libre sin antes haberlo consultado con el médico.
  • Evitar cualquier tipo de sustancias que sean tóxicas para el hígado (hepatotóxicas), incluyendo el alcohol. El alcohol reduce la efectividad del tratamiento e incluso cantidades moderadas de éste aceleran la progresión de la hepatitis C.
  • Hacerse vacunar contra la hepatitis A y B.

Grupos de apoyo
Con frecuencia, uno puede mitigar el estrés de padecer una enfermedad uniéndose a un grupo de apoyo de personas que comparten experiencias y problemas en común.

Pronóstico
La mayoría de las personas con infección de hepatitis C tienen la forma crónica.
Los pacientes con los genotipos 2 o 3 tienen mayor probabilidad de responder al tratamiento que los pacientes con el genotipo 1.
La posibilidad de eliminar el virus de la hepatitis C de la sangre con tratamiento es de más del 90% para algunas personas. Incluso si el tratamiento no elimina el virus, puede reducir la probabilidad de una enfermedad hepática grave.
Muchos médicos usan el término "respuesta virológica sostenida" en lugar de "cura" cuando el virus se elimina de la sangre, debido a que no se sabe si esto perdurará durante toda la vida de una persona.
La hepatitis C es una de las causas más comunes de enfermedad hepática crónica en los Estados Unidos en
la actualidad. Las personas que la padecen pueden tener:

  • Cirrosis del hígado
  • Cáncer del hígado (también llamado cáncer hepatocelular): puede aparecer en un pequeño número de personas con cirrosis hepática
La hepatitis C por lo general reaparece después de un trasplante de hígado, lo cual puede llevar a que se presente cirrosis del nuevo órgano.

Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con el médico si:

  • Presenta síntomas de hepatitis
  • Cree que ha estado expuesto al virus de la hepatitis C

Prevención

Evite el contacto con la sangre o los hemoderivados siempre que sea posible. Los trabajadores de la salud deben tomar precauciones al manipular sangre y líquidos corporales.
No se inyecte drogas ilícitas y, en especial, no comparta agujas con otra persona. Tenga precaución al hacerse tatuajes y perforaciones corporales (pirsin).
La transmisión sexual es muy baja entre parejas monógamas y estables. El compañero sexual debe ser examinado en busca de hepatitis C. En caso de ser negativo, las recomendaciones actuales son no hacer cambios en las prácticas sexuales.
Los individuos que tienen sexo por fuera de una relación monógama deben practicar comportamientos sexuales más seguros para evitar la hepatitis C, así como enfermedades de transmisión sexual, incluyendo el VIH y la hepatitis B.
Actualmente no hay una vacuna para la hepatitis C.
Nombres alternativos
Hepatitis no A; Hepatitis no B. 




 Cirrosis


LOCALIZACIÓN Y FUNCIONES DEL HÍGADO
El hígado es el órgano más grande del cuerpo con un peso aproximado de 3 libras. Tiene forma de gajo y está localizado debajo de la caja torácica, al lado derecho del cuerpo. El hígado es un órgano importante que recibe sangre de dos fuentes distintas.  Muchas de las sustancias transportadas a través de la sangre son modificadas durante su paso por el hígado. Este órgano lleva a cabo una variedad compleja de funciones como: limpiar y purificar el suministro de sangre, degradar ciertas sustancias químicas en la sangre y fabricar otras.





QUÉ ES LA CIRROSIS HEPÁTICA?

La cirrosis hepática es una condición ocasionada por ciertas enfermedades crónicas del hígado que provocan la formación de tejido cicatrizal y daño permanente al hígado. El tejido cicatrizal que se forma en la cirrosis hepática daña la estructura del hígado, bloqueando el flujo de sangre a través del órgano. La pérdida del tejido hepático normal disminuye la capacidad que tiene el hígado de procesar nutrientes, hormonas, fármacos y toxinas. También disminuye la capacidad del hígado para producir proteínas y otras sustancias.


¿CUÁLES SON LAS CAUSAS PRINCIPALES DE LA CIRROSIS?
·         Alcoholismo crónico
·         Hepatitis viral (tipo B, C y D)
·         Hepatitis auto inmune
·         Trastornos hereditarios
o    Deficiencia de Alfa-1 Antitripsina
o   Fibrosis quística
o   Hemocromatosis
o   Enfermedad de Wilson
o  Galactosemia
oEnfermedades relacionadas con
el almacenaje de glicógeno
·         Atresia Biliar
·         Reacción severa a medicamentos(fármacos)
·         Exposición a toxinas ambientales
·  Ataques repetidos de fallo cardiaco acompañado de congestión hepática     

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA CIRROSIS?

Primeros síntomas. Las personas que tienen cirrosis con frecuencia tienen pocos síntomas al comienzo de la enfermedad. Los dos problemas principales que eventualmente ocasionan síntomas son pérdida del funcionamiento de las células hepáticas y distorsión del hígado causado por la cicatrización. La persona puede experimentar:

·         fatiga
·         debilidad y agotamiento
·         falta de apetito
·         náuseas
·         pérdida de peso

Síntomas avanzados.

·         Edema y ascites. Según disminuye la función hepática,
menos proteína es producida por el órgano. Por ejemplo,
se produce menos albúmina, lo que resulta en acumulación de agua
en las piernas (edema) o en el abdomen (ascites).


·         Sangrado y/o formación de hematomas. Una disminución en
 las proteínas necesarias para la coagulación sanguínea
ocasiona facilidad de sangrado y/o fácil formación de hematomas.


·         Ictericia. La ictericia se caracteriza por la coloración amarillenta de
la piel debido a la acumulación del pigmento de la bilis que pasa
del hígado a los intestinos.


·      Picor intenso. Algunas personas con cirrosis experimentan picor intenso debido a productos de la bilis que son depositados en la piel.

·    Piedras en la vesícula. Frecuentemente se forman piedras en la vesícula debido a que no llega suficiente bilis a la vesícula.

·      Encefalopatía. El hígado de las personas con cirrosis presenta dificultad para remover las toxinas, las cuales se acumulan en la sangre. Estas toxinas pueden ocasionar confusión mental, y degenerar en cambios de personalidad y hasta coma. Los primeros signos de acumulación de toxinas en el cerebro pueden incluir descuido en la apariencia personal, dificultad para concentrarse, cambios en los hábitos de sueño, pérdida de memoria e insensibilidad.

· Lentitud para metabolizar medicamentos/fármacos. Usualmente los medicamentos/fármacos son metabolizados/filtrados por el hígado.  En la cirrosis este proceso se vuelve más lento. Los medicamentos/fármacos se acumulan en el cuerpo por causa de la inhabilidad del hígado de metabolizar los mismos con la debida rapidez. Con frecuencia, las personas con cirrosis son muy sensitivas a los medicamentos y sus efectos secundarios.

·         Hipertensión portal y/o várices. Uno de los problemas más serios que presentan las personas con cirrosis es presión en los vasos sanguíneos que fluyen a través del hígado. Normalmente, la sangre de los intestinos y el bazo es bombeada hacia el hígado a través de la vena portal.  Sin embargo, en la cirrosis el flujo normal de la sangre se disminuye, causando presión en la vena portal.  Esto produce un bloqueo en el flujo normal de la sangre, lo que ocasiona que el bazo se agrande. La sangre que sale de los intestinos trata de buscar salida a través de la formación de nuevos vasos sanguíneos. Algunos de estos vasos sanguíneos se agrandan (várices). Las várices pueden formarse en el estómago y en el esófago (tubo que conecta la boca con el estómago). Las várices tiene paredes muy frágiles y tienen una presión muy alta. Existe gran riesgo de que se rompan y que ocasionen un problema serio de sangrado en la parte superior del estómago o el esófago. Si esto ocurre, la vida de la persona corre peligro y hay que tomar acción rápida para detener el sangrado.





¿CÓMO SE DIAGNOSTICA LA CIRROSIS?
Con frecuencia el médico puede diagnosticar cirrosis por los síntomas que presenta la persona y por pruebas de laboratorio.

Examen físico. Mediante un examen físico el médico puede notar un cambio en el tacto y tamaño del hígado. Su médico golpeará levemente su abdomen en el área que se encuentra sobre el hígado (percusión).  El sonido resultante puede indicar un cambio en el tamaño y posición del hígado. También revisará el estado de salud de su hígado ejerciendo presión en el área circundante. Un hígado normal no se encuentra encogido ni agrandado, y tampoco se encuentra sensible al tacto.



Encogimiento del hígado. La hepatitis crónica puede degenerar en cirrosis o, posiblemente, cáncer del hígado. En los pacientes con cirrosis el hígado comienza a encogerse y se endurece. También ocurre cicatrización del hígado. Este cambio en la estructura del hígado puede resultar en el deterioro permanente de las funciones del hígado.



Pérdida total de las funciones hepáticas.  Según empeora la cirrosis, la mayoría de las funciones hepáticas se pierden. El hígado se endurece y se reduce en tamaño. Puede ocurrir acumulación de líquido en el abdomen y en las piernas. Es común el sangrado gastrointestinal agudo secundario a várices del esófago y también puede presentarse lentitud mental.
Pruebas de sangre. Si el médico tiene sospecha de cirrosis, le recomendará se realice ciertas pruebas de sangre. Estas pruebas le ayudarán a determinar si existe una enfermedad hepática.
Pruebas de imágenes. En algunos casos, el médico puede recomendar otras pruebas diagnósticas como el TAC (tomografía axial computadorizada), el ultrasonido y el escáner del hígado/bazo por radioisótopos.
Biopsia del hígado. El médico puede recomendar un biopsia del hígado para confirmar el diagnóstico de cirrosis. La biopsia hepática se realiza por medio de la inserción de una aguja a través de la piel hasta el hígado para tomar muestras del tejido hepático.






Cirugía. En ocasiones, el diagnóstico se realiza durante una cirugía que le permite al médico examinar completamente el hígado. También el hígado puede ser examinado por medio de una laparoscopía (procedimiento en el que se inserta un tubo flexible a través de una pequeña incisión en el abdomen que le permite ver el hígado).


¿CUÁLES SON LAS OPCIONES DE TRATAMIENTO PARA LA CIRROSIS?
El tratamiento para la cirrosis está dirigido a detener o retrasar su progreso. minimizar el daño a las células hepáticas y reducir las complicaciones. En la cirrosis alcohólica, la persona debe dejar de consumir alcohol.  En el caso de personas que tienen hepatitis viral, el médico podría administrarle esteroides o medicamentos antivirales para reducir el daño a la célula hepática.



Ciertos medicamentos pueden ser recomendados para controlar algunos síntomas de la cirrosis como el picor y la acumulación de líquido en el cuerpo (edema). Los diuréticos son medicamentos que ayudan a eliminar el exceso de líquido y prevenir la edema.


A través de la alimentación y terapia con medicamentos/fármacos se puede mejorar la función mental que se encuentra alterada por causa de la cirrosis.  La disminución de le ingestión de proteínas ayuda a que se formen menos toxinas en el tracto digestivo. Algunos laxantes como la lactulosa pueden ser administrados para ayudar en la absorción de toxinas y acelerar su eliminación a través de los intestinos.


Los dos problemas principales de la cirrosis son el fallo hepático--cuando las células hepáticas dejan de funcionar--y el sangrado ocasionado por la hipertensión portal. Como tratamiento para la hipertensión portal, el médico puede recetar medicamentos beta bloqueadores.
Si ocurre sangrado de las várices del estómago o del esófago, el médico puede inyectar estas venas con un agente esclerotizante a través de un tubo flexible (endoscopio) que se inserta a través de la boca hasta el esófago.


En casos críticos, podría ser necesario realizar un trasplante de hígado. Otra opción de cirugía es la derivación portacaval (procedimiento que se utiliza para disminuir la presión en la vena portal y en las várices).


Las personas con cirrosis frecuentemente viven vidas saludables por muchos años. Aun cuando surjan complicaciones, usualmente éstas pueden ser tratadas. Algunas personas con cirrosis han sido sometidas exitosamente a un trasplante de hígado.
No obstante, es importante recordar que todas las pruebas, procedimientos y medicamentos conllevan riesgos. Para tomar decisiones informadas sobre su salud asegúrese de preguntarle a su médico sobre los beneficios, riesgos y costos de todas(os) las pruebas, procedimientos y medicamentos.

















1 comentario:

  1. Mi nombre es Henry y estoy aquí para testificar sobre un gran médico que me salvó de la HEPATITIS B que casi arruinó mi vida, su nombre es el Dr. Iyabiye. Fui víctima de la VHB durante aproximadamente 11 años, tuve dolores, cansancio, hinchazón anormal del estómago, etc. Los hospitales no pudieron ayudar ya que dijeron que no hay cura. El mes pasado, mi vecino me contactó con el doctor Iyabiye, me contacté con él y me envió su medicamento. Todos los síntomas que quedaron en 3 semanas de consumo, fui al hospital después de completar la medicación y me dieron un resultado negativo, lo que significa que estoy libre y curado. Es su turno de curarse, póngase en contacto con él a través de: iyabiyehealinghome@gmail.com Llame / Whatsapp: +2348072229413

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